top of page
Buscar
  • Joan Miquel

Entrevista en el Diari ARA

Dándole al PLAY





La entrevista, en su versión online, está aquí.


La semana pasada estuve en la redacción del Diari ARA charlando un rato con Laura Saula. Charlamos sobre la vida en general. Y sobre la mía en particular. Y hablé sin protecciones. A pelo. Porque creo que no hay nada sobre mi vida que no pueda o no deba explicar.


Hace un tiempo entendí que no me sirve de nada enroscarme con mi pasado. No puedo hacer nada por cambiarlo. De hecho, tampoco querría hacer nada para cambiarlo. Está perfecto tal y como está. Y todo lo que he vivido era necesario para poder llegar aquí. Y eso es así para mi [y también para ti].


En realidad, siento que no hay nada que no pueda compartir con lxs demás. Porque no hay arrepentimiento acerca de nada. No hubiera hecho nada de otra manera. Porque todo lo que he vivido es lo que me ha convertido en lo que soy ahora. Con todas mis imperfecciones y todas mis cualidades. Y eso me encanta.


“Hace un tiempo entendí que no me sirve de nada enroscarme con mi pasado.”

Algunas personas que me quieren bien [y de verdad de la buena] me han cuestionado alguna vez si realmente, para mi profesión, me interesa compartir determinados aspectos de mi vida públicamente. Y mi respuesta siempre es: ¿por qué no?


Y es que ya hace un tiempo dejé de interesarme por lo que lxs demás puedan pensar sobre mí. Y sobre mi vida y sus circunstancias. Y no me interesa, básicamente, porque eso que piensan sobre mí sólo se basa en sus propias percepciones, en sus juicios [y prejuicios] y en su forma particular de entender la realidad. Lo que ven en mí dice muchas más cosas sobre ellxs que sobre mí. Igual que lo que yo veo en lxs demás tiene que ver más conmigo que con esos “lxs demás”. Ahí está todo el aprendizaje.


En mi opinión, compartir experiencias vitales es una forma muy humana de acercarnos lxs unxs a lxs otrxs. De sentirnos. De entendernos. Si lo mío puede aportar algo a alguien… ¡Bienvenido sea ese compartir! Y si no aporta, dejará indiferente. O en el más extremo de los casos, llevará a alguien a emitir[se] una serie de juicios que harán que le rechinen mis experiencias. Pero eso es lo más grave que podría pasar. Y, en realidad, no es nada grave. Por lo menos para mí.


“En mi opinión, compartir experiencias vitales es una forma muy humana de acercarnos lxs unxs a lxs otrxs. De sentirnos. De entendernos.”

Soy humano. No soy perfecto. Ni aunque quisiera aparentarlo lo sería. Ni aunque tratara de esconder aquello que, a otras personas, pudieran parecerle “mis vergüenzas”. Seguiría siendo lo que soy. Seguiría siendo quien soy.


Aceptarme a mí mismo, aceptar mi vida [pasada y presente] tal y como es, me permite compartirme sin vergüenzas. Y me permite, también, vivir más libre. Libre de los dimes y diretes. Libre de culpas y de excusas. Y me hace mirar al futuro con los ojos del aprendiz, abierto y receptivo con cualquiera de las cosas que estén por llegar.


Hoy he sentido la necesidad de compartir todo esto junto a la entrevista.


Y siento, también, la necesidad de agradecerle a Laura Saula por ese pedazo de texto que se ha marcado tras nuestra charla. Y a Ruth Marigot por su sonrisa y por las fotos fuera de serie que se sacó de la manga en aquel día de lluvia. Y a Jordi Garrigós por abrirme las puertas de la que es su casa profesional. Y, de nuevo, a mi amigo Albert Fernández por sus sabios consejos acerca del mundo de los medios. T’estimo, amic.


bottom of page